viernes, 26 de junio de 2009

Instante

De la oscuridad vengo cegada, 
quito las vendas que dejaron en mi las tinieblas, 
me dieron a luz en este planeta,
donde los latidos de la ausencia me volvieron un ser mortal. 

El resplandor del Sol ante mi se hizo presente,
una mano me ayudó a encontrar equilibrio, 
la nariz me guió y encontré el punto medio, 
los ojos me develaron al mundo donde nazco y muero. 

Sal y agua formaron la mar, 
destellos de luz reflejan vida,
esperma de Luna y vientre de sirena
copulan estrellas en noches serenas. 

El amanecer me volvió el ser más sublime,
con mi visión capturo el paisaje multicolor, 
la brisa de la marea inunda mi rostro,
instante sucedido impreso en memoria de plata. 

Dánae Kotsiras Ralis Hernández
Junio de 2009  


 

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